Alargar el espacio entre el impacto de la vida y tu reacción

Tener una mente calmada y clara al mismo tiempo es la finalidad de la meditación. Somos occidentales que trabajamos y vivimos en ambientes con niveles de estrés altos, y que intentamos conciliar trabajo, familia y ocio y la mayor parte de las veces eso resulta difícil y estresante y sólo el intento nos agota el tiempo.

Hay varias cosas que considero importantes en la meditación, la primera es la asombrosa pero sencilla conclusión de que podemos observar nuestra mente, y esa práctica de observar la mente es la que, casualmente, nos otorga el equilibrio emocional.

Entender los mecanismos de la mente, la relación entre los pensamientos y las emociones, el porqué de las distintas percepciones de la realidad, nos permite desarrollar el estado natural de la mente, que es la felicidad.

Cada situación que vivimos en la vida es juzgada por nuestra mente generando el pensamiento correspondiente. Ese pensamiento produce a su vez una emoción, y esa emoción ocasiona una reacción determinada. Este proceso es bastante rápido y nuestra mente suele estar bastante dispersa, por lo que , como norma general, nos pasa desapercibido.

La consecuencia de todo esto es que vivimos vidas inconscientes guiadas por patrones, hábitos y creencias que hemos ido adquiriendo y repitiendo durante años. Sabemos que un 95% de cómo actuamos lo hacemos desde el subconsciente, y solo un 5% los hacemos de forma consciente. Nos creemos libres pero no lo somos, vivimos enfermos de nuestra limitada experiencia, que es quien determina nuestra perspectiva, nuestras decisiones y en consecuencia nuestra experiencia de la vida.

Solo la calma nos permitirá ver todo esto. El Tao Te Ching dice que la calma nos permite ver la dispersión.

Una mente calmada nos otorga consciencia del yo y tiempo para elegir nuestra reacción a lo envites de la vida. Consciencia del Yo no es sino la constancia de cuáles son nuestros hábitos, nuestras percepciones, nuestras máscaras… nuestro verdadero Yo, más allá de la imagen que hemos creado de nosotros y que tanta presión pone en nuestros cuerpos. Conociendo eso, podremos entrenarnos en ralentizar el proceso entre el input externo (esa situación de la vida que nos impacta), el juicio que nuestra mente hace sobre ese input, la emoción que genera ese juicio y la reacción derivada de todo ese proceso. Si conseguimos eso, habremos conseguido ir más allá de la inconsciencia y seremos libres porque estaremos eligiendo la reacción y, en consecuencia, nuestra experiencia de la vida.

La consciencia, el mindfulness, estar presente o como le quieras llamar, te hace libre porque te permite alargar ese espacio entre el impacto de la vida y tu reacción hacia ella, y la observación del cuerpo es vital para alargar este espacio, ya que el cuerpo es el mejor indicador de lo que nos está pasando. El entrenamiento en la observación del cuerpo te permite detectar el miedo, la ira, la tristeza, la pereza,…justo cuando empiezan a surgir, y si tenemos una mente calmada, seremos capaces de reconocer una emoción en el momento que surja, y si entonces nos permitimos respirar de forma suave y profunda, distanciando la inspiración de la espiración, podremos alargar el espacio hasta que decidamos qué hacer al respecto, y cuando hacemos esto, estaremos cada vez más cerca del cielo.

Jacob Needleman dice que podemos vivir nuestra vida desde el ego, o desde nuestra naturaleza superior, y que cuando elegimos vivir desde nuestra naturaleza superior, nuestra experiencia de la vida es totalmente diferente.

Creo que merece la pena probar.

Hasta la próxima,

Lourdes Vidal

500 hr Yoga Medicine Teacher

Fundadora de Oyoga Sevilla