FINGE!

FInge!

Un amigo me contaba que, en momentos de tensión, él consigue dormir fácilmente pensando y visualizando cosas buenas que desea . Cuenta que cuando lo hace, suele despertarse a la mañana siguiente sabiendo lo que tiene que hacer para conseguir eso que desea y que lo tiene tan claro, que la urgencia por poner en práctica las soluciones encontradas durante el sueño, le levanta de la cama al alba con el ánimo dirigido a materializar lo deseado.

Lo más interesante de todo esto, es que quien me contaba esto, es un hombre de números, que desarrolla un trabajo que necesita de una exactitud y planificación complejas, aunque también de gran creatividad e intuición.

Parece entonces que hay personas que desarrollan estas habilidades de manera natural. Lo curioso de esto, es que realmente son habilidades que todos tenemos pero que pocos aprovechamos, porque la prisa y la superficialidad de nuestras sociedades nos llevan a desconfiar de ellas, bien porque no son instantáneas o bien porque, en nuestra ignorancia, las consideramos quimeras.

La conversación con mi amigo me recordó un libro de Joaquim Valls llamado “Buenas Noches y Buena Suerte”,  en el que Valls explica métodos para atraer la fortuna mientras duermes. He tenido que «rebuscar» el libro en mi librería, y he tardado un rato porque llevaba olvidado varios años.

Valls señala que no vemos el mundo como es sino como somos, de modo que si deseamos descubrir oportunidades donde los demás sólo ven sucesos irrelevantes, debemos despojarnos de antiguos prejuicios y de caducas verdades inservibles que condicionan nuestra percepción de la realidad. 

Según él, el ser humano no está sólo dotado para sobrevivir sino también para “supervivir”, es decir, está dotado para actuar por encima de sus realidades aproximándose al límite de sus posibilidades y, para “supervivir», sigue diciendo, debemos asirnos a misiones que nos trascienden porque, y cita a Victor Frankl (quien consiguió resistir en un campo de exterminio nazi): “El hombre necesita esforzarse y luchar por una meta que merezca la pena”. 

Recuerdo haber leído que, durante la segunda guerra mundial, la noticia de la rendición de los alemanes llegó a algunos arrestados en los campos de concentración antes que a los propios guardias, y eso hizo que en los últimos días de arresto, sabiéndose éstos libres y vencedores (aunque los guardias no lo supieran), el ánimo, la salud y la fuerza de los prisioneros cambiarán drásticamente, siendo capaces de desarrollar sus trabajos diarios en el campo de concentración, de forma absolutamente diferente, con alegría, con mayor eficacia y agrado, porque estaban sintiendo la esperanza, la certeza y misma vida en sus venas, a pesar de que continuaban en la misma situación que los meses precedentes. 

Y es que nuestras mentes son verdaderamente poderosas, y lo bueno, es que nosotros podemos controlarlas, si queremos…. 

Pero la desconfianza en nuestro poder es lo que nos impide las cosas, pues parafraseando a Bill O´Hanion, la mayoría de los progresos han sido logrados por personas que no aceptaron nada como imposible. 

Y ahí entra la habilidad para visualizar y para creer que todos tenemos pero que pocos usamos, porque ello supone pelear diariamente con más de 60.000 pensamientos que segrega nuestra mentes, la mayoría de los cuales son negativos. 

Y  la vida nos está poniendo continuamente delante la posibilidad de abrazar nuestro gran destino y de lanzarnos a él con el aliento y la grandeza del que sabe que puede, pero a menudo olvidamos que somos grandes y no damos la talla. 

Finge hasta que sea verdad, leí una vez.

William James decía “Si tu deseo es llegar a poseer una cualidad actúa como si ya la tuvieras”.

Y en el Arte de la Guerra se lee: “Antes del combate el vencedor ya ha ganado”. 

La confianza en ti mismo y la esperanza son las claves para mantener el ánimo y el deseo, porque abren el camino para que el Universo llegue hasta tu puerta trayéndote lo deseado. Y visualizar lo que deseas es de vital importancia, porque creas redes neuronales en tu cerebro que te permitirán pensar de forma más elevada a cómo te hace sentir tu entorno, y seguir manteniendo el ánimo y el deseo, y parece que antes de ir a dormir es el gran momento para visualizar, porque la mente consciente baja la guardia y puedes introducir tus deseos en tu subconsciente. Recuerda que el 95% de nuestra forma de actuar es subconsciente. 

Así que “FINGE” y, como aconsejaron los doctores James Oler y Peter Maclaughlin:

“Por más negativo que te sientas, actúa de modo positivo. Finge, Finge con cada parte de tu ser bajo tu control. Se trata sólo de una actuación, pero actúa tan bien como puedas. Se convertirá en aquello que finjas ser”.

Y otra cosa importante: deja de pensar y ponte en marcha ya!

Hasta la próxima,

Lourdes Vidal