INSPIRACIÓN

Galleria Vittorio Emanuele II

Inspiración

Siempre  he pensado que inspirar viene de espíritu y que es algo profundo y misterioso que surge cuando alcanzamos ese lugar donde nuestra humanidad se une con nuestra divinidad, es entonces cuando ocurre lo grandioso : las grandes ideas , las obras de arte espectaculares, los libros únicos, las grandiosas obras arquitectónicas, las vacunas que salvan vidas, la Teoría de la Relatividad de Einstein, La Última Cena de Leonardo, El David de Miguel Ángel, o la resolución de ese problema que creías irresoluble.

La inspiración ocurre en momentos especiales, a los que todos nosotros tenemos acceso y donde emerge nuestra grandeza, donde las grandes obras nacen y las soluciones se encuentran, y proviene de esa naturaleza superior que somos y que nos conecta a todos .

Recuerdo tener apenas 12 años cuando me encontré con la inspiración por primera vez.  Era una mañana de invierno y estaba a punto de comenzar un examen de química, mi asignatura favorita por entonces, y no sé cómo ocurrió pero de pronto, yo, como la Lourdes niña que creía ser, desapareció. Durante la hora que duró el examen, el tiempo no existió y mi pequeña identidad se replegó hacia esa “eternidad” profunda y silenciosa donde no se escuchaba ningún ruido exterior y yo parecía estar fundida con la nada y con el TODO.  

De esos 60 minutos que duró el examen, sólo recuerdo claramente la voz de la monja advirtiendo que el tiempo había concluido y mi emerger desde lo profundo, en respuesta a esa voz que advertía del fin examen, como un salir a la superficie, acompañado de una sensación de plenitud, grandeza, seguridad y gozo que me es imposible describir.

No lo sabía entonces, pero durante el tiempo que duró el examen me sumergí en esa Naturaleza Superior (pongo mayúsculas para denotar al Ser) que utilizó todos los conocimientos de química, que estaban en mi mente conceptual y que yo había adquirido durante muchas horas de estudio, y resolvió correctamente todos los problemas de química del examen, con el mismo disfrute de quien está jugando. Será eso a lo que se refieren cuando en sanscrito hablan de Lila, los juegos de la Divinidad.

Saqué un 10 en aquel examen, del que aún recuerdo claramente la sensación de gozo al emerger de esa ZONA DE INSPIRACIÓN. Lo que nunca entendí es por qué no dediqué mi vida luego a la química…

Todos tenemos acceso a esa inspiración, que no viene del contenido de nuestras mentes conceptuales y de todo lo que sabemos y hemos estudiado o aprendido de la experiencia, sino más bien de los niveles más profundos de nuestras mentes, lo que llamamos también Conciencia o Inteligencia Superior.

Pero para que la inspiración surja necesitamos trabajar en dos aspectos: el primero descansa en el estímulo de nuestras mentes conceptuales por medio de la adquisición de conocimientos, lo que implica estudio, trabajo, experiencia… y, el segundo, implica permitirnos momentos de “no pensar”, o lo que es lo mismo, de silencio, de escuchar música, pasear, descansar, dormir, mirar el horizonte, hacer deporte, jugar, «no hacer»… a fin de enlentecer la mente conceptual, reducir nuestros pensamientos, permitirnos cambiar el foco y acceder a la calma. Es en consecuencia, un trabajo conjunto entre nuestra mente conceptual y nuestra Mente Superior o Inteligencia Superior.

Interesante es saber que la Inteligencia Superior se va a expresar en la materia en la que somos especialistas, por llevar años formándonos, estudiando y trabajando en ella, y es que necesitamos poner a disposición de nuestra Mente Superior una mente conceptual “en forma”, porque la inspiración va a aparecer matizada por esos conocimientos. Es la razón de que la inspiración del físico ocurra en física, del artista en su arte, del arquitecto en su obra, del jurista en sus informes, del escritor en su literatura, del investigador en sus descubrimientos, del profesor de Yoga en sus enseñanzas y sus clases.

Y es igual de importante recordar, que la forma en que coordinamos esa Inteligencia Superior en relación con nuestros trabajos, es única y especial en cada uno de nosotros y es lo que nos permite crear algo nuevo.

La cuestión es si estamos o no abiertos a que la Inteligencia Superior trabaje a través de nosotros, permitiéndonos el silencio, a la vez que ampliamos nuestros conocimientos conceptuales. Cada uno decide, pero si no nos abrimos a esa Inteligencia Superior y seguimos confiando sólo en nuestros conocimientos conceptuales, seguiremos copiando a otros y creando más de lo mismo porque lo nuevo y lo especial, sólo puede surgir de la inspiración.

Ah, y vale la pena recordar que cuando la inspiración surje no es mérito de uno, sino de  Inteligencia Superior, así que conviene que seamos modestos también…

Hasta la próxima,

Lourdes Vidal