NO HACER NADA

NO HACER NADA:

Cuando hago chorradas en la pared, como la que estoy haciendo en la foto, ya nunca me pregunto para qué sirve lo que hago, porque en realidad hacer el Guerrero II en la pared no sirve para nada, salvo para fortalecer mis hombros, pero es sólo una forma más de fortalecerlos.

Aprendí con Stella Maris Maruso, que en la vida hay que apartar un tiempo diario para “perderlo”. Perder el tiempo para los adultos es lo que para los niños significa “jugar”, es decir actividades que nos dan placer sin afán competitivo.

Me pregunto por qué los adultos dejamos un día de jugar.

Dos semanas antes de morir, mi padre, alguien que había trabajado muchísimas horas de su vida, me dijo con tristeza: “No trabajes tanto Lourdes, yo ya no estoy a tiempo pero tú si lo estás”, no olvido esa frase de mi padre.

Me sorprendió leer a Elisabeth Kubler-Ross reflexionando sobre la queja más habitual de los moribundos cuando contemplan sus vidas en retrospectiva:

 “Ojalá no me hubiese tomado la vida tan en serio”, …nunca ha habido una sola persona que nos dijera: “Ojalá hubiera trabajado un día más a la semana”.

Personalmente sé que un día me volví seria. Empecé a hacer más, ser más, querer más, empecé a controlar mi imagen, las cosas, las personas, la vida, olvidando que, como dice Eric Rolf, una de las claves de la vida consiste en fluir en cada momento y que si algo dificulta la capacidad de fluir es la enfermedad de la seriedad.

Un día me volví seria porque creí que era la imagen que se esperaba de alguien comprometido, confiable y respetable y me olvidé de lo mucho que me gustaba “sostenerme sobre las manos” y probar chorradas varias con los pies arriba, y dejé de hacerlo.

Estamos aquí para experimentar, gozar, jugar, y jugar es, en palabras de Elisabeth Kubler-Ross, «nuestra fuerza vital, nos mantiene jóvenes de corazón, pone pasión en nuestras vidas y favorece nuestras relaciones, jugar, dice, es vivir la vida en plenitud.»

Pero un día dejamos de jugar y decidimos tomarnos la vida en serio, que gran error, la vida es para vivirla y no para “sinvivirla” en una carrera absurda, que nos consume el tiempo, hacia el futuro y la seguridad.

Tomarse la vida en serio para dejar de vivir y renunciar a experimentarlo todo, a soñar, a fracasar, a hacer el ridículo y dedicarse a buscar seguridad, y lo absurdo es que, como dice Pablo DÓrs,” la vida lo es todo menos segura”.

Lo curioso es que para dar la talla en los momentos grandes o difíciles o en las noches oscuras de nuestras vidas, hay que perder el tiempo a menudo, hay que acordarse de, como dice Pau Donés, «no hacer más que no hacer nada» o lo que es lo mismo, de “jugar”.

No hacer nada” es un espacio donde no se entromete nadie y resulta ser muy inspirador porque te lleva a un lugar de no pensar, te saca de la mente conceptual para llevarte a la mente no conceptual, ahí donde habita el alma, y vivir de la inspiración es brutal, pero desaparece si intentas controlarla cuando el ego entra en juego con su seriedad,  y es entonces cuando empezamos a depender de juicios ajenos, a seguir la opinión de otros y a pensar que lo mejor es aquello que tiene muchos seguidores y aplausos y no lo que a nosotros realmente nos enciende el alma..

Así que,  tres consejos:

1.- Dedica un rato a pensar esto:  ¿qué me gustaba hacer que ya no hago porque me he vuelto serio, cuál era mi “no hacer nada”?.

2.- Comprométete a dejar un rato del día para hacer tu “no hacer nada” .

3.- Mantente consciente durante el día y observa, y si notas que hay situaciones que te las estás tomando en serio dite rápidamente:  CAMBIA!!

Y date un tiempo para comprobar que, cuando dejas espacio en tu día para “no hacer nada”, empiezas a avanzar hacia una percepción mayor y no hay nada más placentero que eso, y tu vida cambia y empiezas a atreverte a experimentar, a no unirte a nada, a aprender a perder cosas, personas, batallas o el peso del pasado, pero sin perderte tú, a no dudar en las encrucijadas porque no tienes miedo. Tu vida se irá afinando para acercarte a lo esencial y recuperarás tu alegría y tu sintonía con la vida.

Parafraseo a Dipa Ma cuando dice: “Puedes vivir de tus memorias o vivir de tu inspiración”.

Tú decides y la vida asume tus elecciones, y como dice Eric Roff, cuanto más te relajas, no sólo tienes más poder, sino que experimentas una alegría natural.

Hasta la próxima,

Lourdes Vidal