Perder un bolso de Louis Vuitton

Perder un bolso de Louis Vuitton

SUFRIMOS cuando sólo pensamos en nosotros, por eso es egoísta. 

Ya lo decía e Padre Navarrete , “…una persona preocupada, triste, desalentada, tiene el ceño fruncido, mantiene una tensión constante entre las cejas, como si todo el cuerpo estuviera replegado hacia adelante. naturalmente, una persona así disminuye su campo de atención, que queda reducido al mundo oscuro de sus pensamientos”.

Y es que ningún pensamiento es real, lo único es que no acabamos de integrar esto y seguimos creyendo en cada pensamiento que aparece en nuestras mentes sin recordar que deriva de nuestras limitadas memorias.

Para Byron Katie, creer un pensamiento es existir en un mundo imaginario por real que parezca. Y es que cada uno de nosotros crea sus propios escenarios, sus propios mundos, continuamente , pero ningún pensamiento es verdad. 

Katie dice que «…no importa lo sólida que parezca una creencia, no tiene sustancia».

Por eso conviene ir a la base de los pensamientos, esas creencias que se han perpetuado en nosotros porque nunca se nos ha ocurrido cuestionarlas. Y esto, si lo piensas es bastante absurdo porque, ¿tendría yo las mismas creencias de haber nacido en una familia de ricos jeques árabes o en una choza de algún lugar sin demasiados recursos en Mali?

Si no nos cuestionamos nuestras creencias seguiremos malgastando nuestras vidas persiguiendo ilusiones y, lo que es peor, sufriendo.

Tony Robins señala que la razón de nuestro sufrimiento es que ponemos el foco en nosotros mismos. Todo está relacionado con nosotros mismos. Por ejemplo, si sufrimos porque nos preocupan nuestros hijos, en última instancia eses sufrimiento está relacionado con nosotros, no con las personas por las que nos preocupamos. 

Pero dolor y sufrimiento no es lo mismo. El dolor llega y es la vida misma que viene a abrirte, y conviene aprovecharlo, abrazarlo, permitirlo y dejar que te recorra el cuerpo y que lo traspase sin pudor, porque es, en palabras de Michael Singer, una energía más. Y además, añado, es una energía que te trae, sin ambages, al presente y si lo aprovechas puedes beneficiarte de “un despertar”.

El sufrimiento sin embargo, es la interpretación que nuestra mente y su archivo de creencias, experiencias y emociones hace de ese dolor, y en consecuencia no es real, o si no piensa eso: si te has criado en un barrio pobre de Mali y te regalan un bolso de Louis Vuitton, seguramente no te vas a alegrar tanto como mi amiga Miriam que vive en Sevilla, es funcionaria, le encanta la moda y debería ahorra unos meses para comprarse uno de ellos.

Tu yo de Mali, lo usará como una bolsa de plástico más y si lo pierde o se rompe no habrá drama al respecto.

Tampoco creo que la hija del jeque cree un drama si pierde el Louis Vuitton, porque salvo que tenga un valor sentimental, no tendrá problemas en adquirir 100 «Louises» más.

Pero mi amiga Miriam… ella si sufrirá bastante con el perjuicio o pérdida de su codiciado bolso.

El problema es que nos podemos quedar atascados en el sufrimiento una década si seguimos rumiando y creyendo, los mismos pensamientos (falsos) una y otra vez, y amigos, cuando hacemos esto, la Vida pasa sin nosotros, básicamente porque la vida es presente y nosotros estamos en el pasado o en el futuro.

Hay estudios que dicen que una emoción sólo dura en tu cuerpo 90 segundos, si a partir de ahí sigues con la misma emoción es que tu mente se está haciendo su trabajo trayendo una y otra vez los mismos pensamientos. Y, sinceramente, nosotros podemos controlar eso. 

Te invito a probarlo, piensa en algo que te duela, lleva el foco a la química y a la energía que ese foco desencadena en tu cuerpo y observa sin juzgar nada, permitiendo todo, fundiéndote con las sensaciones que van produciéndose en tu cuerpo, sin limitarlas con juicios mentales, dejando que todo ocurra y zás! desapareció, han pasado 90 segundos y todo ha desaparecido. 

Si a partir de ahí eres capaz de des-identificarte del siguiente pensamiento, similar al que ha desencadenado esta experiencia, no volverás a sentirte así.   Entender esto es lo que te permite superar el sufrimiento. 

Y es que, volviendo a Navarrete, “ La tragedia de nuestra vida no es lo que sufrimos sino lo que nos perdemos al sufrir”.

Y lo que nos perdemos no es un Louise Vuitton 😉 .

Hasta la próxima, 

Lourdes Vidal