YOGA PARA DEPORTISTAS

Impartir Yoga a deportistas me encanta, quizás porque yo siempre lo he sido y,  hace años, fui casi profesional del baloncesto, ya que entrenaba más de 20 horas a la semana para ello, además de incluir mi hora diaria de natación y las sesiones de pesas del gimnasio. 

Ahora que practico y enseño Yoga, lo que más me impresiona al comenzar a practicar Asanas de Yoga (o cualquier otra actividad física en realidad), es comprobar cómo los alumnos que parecen estar en muy buena forma física, sobre todo los que parecen más fuertes que nadie, se desmoronan con ejercicios simples. 

La cuestión es que la realización de la misma actividad  física siempre, nos deja en el cuerpo una parte de tejidos no entrenados, que no pueden responder a la demanda física solicitada si nunca antes habían hecho esos movimientos. Es por eso que a veces, las primeras sesiones de Yoga pueden ser verdaderamente difíciles para los muy deportistas. 

Claro que no puedes trabajar de la misma forma con todas las personas, pero cuando trabajo con deportistas, me centro en su movilidad más que en su flexibilidad (que por supuesto no excluyo), en el sentido de trabajar fuerza en todo el rango de movimiento de cada una de sus articulaciones, ya que la flexibilidad que se trabaja en Yoga no deja de ser pasiva y ello no ayuda a conseguir la fuerza que busco.

Con los años he aprendido que la clave es ir despacio y emplear mucha consciencia, al fin y al cabo el Yogui es alguien que pone atención a su vida, porque eso es lo que evita lesiones y, paradójicamente, permite avanzar antes. 

Toda práctica la pruebo antes conmigo, ya que creo conocer bien mi cuerpo y me gusta comprobar cómo responde, para hacerme una idea de los posibles beneficios o, en su caso, inconvenientes de la práctica.

Debo decir que mis lesiones a lo largo de los años, las variadas conversaciones y la impartición de mis cursos de Yoga con mi médico deportivo (a quien acudo desde mi época de vida baloncestista) Paco Gallardo (quien además ha diseñado conmigo mi Formación de Profesores de Yoga, Vinyasa Flow de Oyoga), me han enseñado mucho, sobre todo en el caso de lesiones provocadas cuando comienzo una actividad física nueva y la realizo “inconscientemente” y sin tener en cuenta que, con toda probabilidad, mis tejidos no están en ese momento preparados para realizarla. Igualmente,  mi entrenador personal Manuel García de la Rosa, practicante también de Yoga, me enseña cada semana a manejar inteligentemente mis tejidos, en su totalidad, para conseguir fuerza, potencia y movilidad de una forma segura y eficiente. 

Dejo aquí los puntos esenciales para la práctica de Yoga para Deportistas, que he aprendido con el tiempo:

 Movilidad, además de flexibilidad

Ir lento y con consciencia. “La paciencia infinita trae resultados inmediatos”, dice el Talmud. La calma se contagia y nada mejor que repetirles a mis alumnos la frase de Aristóteles: “El hombre sabio nunca tiene prisa”.

Respirar entre Asanas, las veces que sean necesarias, como medio de recuperación, para aprender a respirar más despacio y no impactar el sistema nervioso, y para mejorar la resistencia.

Disfrutar de la clase. 

Y sobre todo, buena música en las Vinyasas 😉

Hasta la próxima, 

Lourdes Vidal