Poder Personal

Tres mujeres que considero admirables y que, para mí, son referencia, y una idea común que merece compartir:

¿Qué percepción tienes de ti? ¿te valoras y eres consciente de las creencias limitantes que te condicionan? y si no es así ¿cómo esperas que los otros reaccionen ante tu actitud y tu vibración? …

Porque nuestras decisiones, nuestras experiencias y, en consecuencia, nuestra vida, derivan de esa percepción que habita en los más profundo de nuestro subconsciente y que la mayoría de las veces no conocemos.

Cuando no te valoras, empiezas a compararte con otros – lo que es una forma de violencia contra ti mismo-, y cedes tu poder para conseguir admiración y amor y cuando haces eso, comienzas a vivir por debajo de tus talentos y posibilidades.

Parafraseo a estas tres mujeres por si te sirven sus conclusiones:

Iyanla Vanzant: «Todo lo que te pasa es un reflejo de lo que piensas de ti mismo. No podemos ir mas allá de lo que nos permite nuestro nivel de autoestima. No podemos atraer hacia nosotros más de lo que nosotros creemos que valemos.»

Marianne Williamson : «Nuestra percepción de nosotros mismos determina nuestro comportamiento. Si creemos que somos criaturas pequeñas, limitadas, inadecuadas, tenderemos a comportarnos de esa manera, y la energía que irradiaremos reflejará esa creencia, no importa lo que hagamos. Si pensamos que somos criaturas magníficas, con una abundancia infinita de amor y de capacidad de dar, entonces tenderemos a conducirnos de esa manera y la energía que nos rodea reflejará nuestro estado de conciencia.»

Elisabeth Kubler- Ross: «Nuestro poder personal es nuestro don intrínseco y nuestra verdadera fuerza. Entregamos nuestro poder cuando nos preocupan las opiniones de los demás. Para recuperar este poder, recuerda que ésta es tu vida. Lo que importa es lo que tú piensas. No tienes el poder para hacer felices a los demás, pero sí lo tienes para ser feliz tú. No puedes controlar lo que piensan los demás; de hecho, casi nunca puedes influir gran cosa en ello….»

Vale la pena reflexionar y empezar a permitirse momentos de calma para observarse y descubrir nuestras creencias limitantes, porque las creencias suelen estar ocultas, y sólo es posible descubrirlas observando cómo reaccionamos cuando nos juzgan, cuando nos dicen algo sobre nosotros y nos crea conflictos o sentimientos inadecuados, cuando ciertas actitudes de otros nos empequeñecen.

Personalmente, el Yoga me ha permitido conocer muchas creencias limitantes que guardaba y que debía resolver, y sigo en ello…

Hasta la próxima,

Lourdes Vidal