Hay tiempos en los que me esfuerzo mucho en estar muy atenta esperando ver. Sé que si no lo hago no veo lo que tengo que ver.
Últimamente, en mis silencios, no dejo de preguntarle a mi alma: ¿Hay algo que no estoy viendo?
Son esos tiempos en los que necesito respuestas y reconocer el camino, porqué no se muy bien qué dirección tomar, ni cómo hacerlo.
Se que sólo tengo que permanecer calmada e incrementar mis silencios, seguir caminando, confiar y esperar.
Se que el alma me habla en todas ls experiencias de mi vida, y yo me esfuerzo en escuchar.
Decia H Holmes que el alma es un sitio lleno de sabiduría y que sabe que “sabe” .
Pero el alma no me responde con palabras. Normalmente las respuestas me llegan tras varios días de atenta escucha, con sensaciones, con señales, sincronías, conoces a alguien que te lleva a la respuesta, escuchas la conversación adecuada…y es por eso que yo intento estar muy alerta.
El mundo está cambiando y mi pequeño mundo cambia con él, y esta vez elijo el Tao Te Ching para encontrar guía e instrucciones.
El Tao Te Ching me enseña que siempre estoy más segura cuando me muevo en armonía con el mundo, cuando fluyo con la vida en lugar de resistirla.
El camino de menor resistencia, esa es la respuesta: aceptar las situaciones sin juzgarlas y buscar lo que me haga sentir bien en ellas, no resistir las emociones y abrazarlas dejando que fluyan por mi cuerpo, fluir al ritmo del ritmo de la vida, dejar que las puertas se cierren, caminar por las puertas que se me abran.
Al fin y al cabo, la vida es más sabia que yo y la vida nunca se equivoca.
Pero para ver esto debo estar muy alerta, constantemente atenta.
Hasta la próxima,
Lourdes Vidal