Mi Alma y Juliana de Norwich

Una vez alguien me dijo que cuando rezabas tenías que dirigir tu plegaria hacia ti mismo, porque dentro de nosotros hay un centro y que por tanto, era como pedirte a ti mismo.  Ese centro es nuestra Conciencia o Alma y a él se accede en la quietud del silencio. 

Yo cada mañana me siento en silencio y comienzo llevando la mente a mi respiración, en un intento de tomar refugio en ella. Mientras hago eso, recuerdo que la respiración es el puente entre mi mente y mi espíritu y que es la que me pone en contacto con el Alma. 

Yo ubico mi Ama en mi corazón, porque dicen los yoguis que el alma está en él. El corazón es el asiento del Alma y San Juan de la Cruz decía que en el centro del Alma está Dios. 

Quizás por eso también Rumi decía :

“Todo lo que hay en el universo está dentro de ti. Pídetelo todo a ti mismo” .

Y supongo que a eso mismo se refería Goethe cuando decía:

“Confía en ti. Entonces sabras cómo has de vivir”.

De Ernest Holmes aprendí que el Alma es un lugar lleno de sabiduría y que sabe que tiene esa sabiduría. 

Dicen que el alma se expresa a través del corazón, como un brújula que nos indica siempre la dirección correcta, y que cuando nos dejamos guiar por nuestros corazones no estamos escuchando a la cabeza sino a lo que creemos que es correcto. 

A veces necesito respuestas que no llegan. Las necesito porque los plazos para responder se acaban, y me pregunto si no será porque no silencio lo suficientemente la mente y mi ego gana la partida una vez más por ser más ruidoso, quizás no estoy suficientemente atenta.

Lo cierto es que ahora necesito respuestas y no llegan. Acabo de sentarme a meditar, me he levantado y sigo percibiendo el desasosiego en mi…aunque… mientras escribo esto, algo me está diciendo que sienta ese desasosiego al cien por cien, que lo deje fluir por mi cuerpo y que espere sin esperar, porque las respuestas llegarán y que yo sólo debo escuchar, porque Dios nos habla en todas las experiencias de la vida. 

Mi alma es mi esencia espiritual, o dicho de otro modo, mi naturaleza superior, que es una naturaleza espiritual y si dispongo de ella ¿por qué querer hacer esto sola cuando puedo recurrir a ella?. 

¿Pero cómo hacerlo? si acabo de sentarme en silencio y me he levantado igual de confusa. Necesito ayuda… 

Abro un libro y aparece Juliana de Norwich hablándome:  

“Todo irá bien , todo irá bien y todo tipo de cosas irán bien”.

Es curioso, ayer le nombraba esta misma reflexión  a una amiga que pedía apoyo.

Hasta la próxima,

Lourdes Vidal