«Paciencia Infinita»

No aceptamos que la vida tiene su propio ritmo.

Sarada Devi solía decir a sus estudiantes que todo ocurría a su debido tiempo:

“Uno debe orar, sentado a la orilla del río. A su debido tiempo, se le hará cruzar el río y será llevado a la otra orilla”.

Pero no aceptamos que la vida tiene su propia cadencia y que todo sucede cuando debe suceder.

Nos impacientamos y entonces nos llega la angustia y la desesperanza, y nos sentimos inseguros porque no alcanzamos el objeto que deseamos.

Y es que la vida es lo que es, y lo interesante de todo esto es la posibilidad de investigar esa impaciencia que nos secuestra y toma el control de nuestra vida, porque en realidad, esa impaciencia no tiene una verdadera entidad, como tampoco la tienen los pensamientos de la que ella deriva.

Dice el Talmud que la paciencia infinita trae resultados inmediatos

«Paciencia Infinita» qué yo entiendo como «Presencia». Y es que es mucho mejor construir nuestras vidas desde el instante presente y ser felices aquí y ahora, porque nada nos lo impide.

¿Porque para qué tanta prisa si hasta el fruto requiere su tiempo para madurar?

Hasta la próxima,

Lourdes Vidal