Reflexiones de Lourdes

Los planes tienen una forma de caerse a la mitad…

Los planes tienen una forma de caerse a la mitad…

Que osadía creerse dueño de la vida, con la pretensión de vivir hasta la vejez y con el derecho a morir una vez vivida.

Que locura pensar que la vida se posee, cuando de nadie depende ni el amanecer de cada día, y qué estupidez el querer controlar el curso y la intensidad de la existencia, intentando elegir vivencias y resultados al antojo.…

Una oportunidad genial en tu vida

Una oportunidad genial en tu vida

“Sigue tu felicidad y no tengas miedo, y se empezarán a abrir puertas allí
donde tu ni siguiera sabías que existían”. Joseph Campbell
La vida resulta ser fascinante si estamos atentos porque el universo te manda continuamente señales, lecciones e incluso maestros, en los sitios y las personas más inesperadas, solo hay que aceptar el momento, prestar atención y todo un mundo de posibilidades se abre ante ti. Y de ti depende ver o no esas posibilidades y, sobre todo, de ti depende el color con el que veas esas posibilidades. Un Curso de Milagros dice que el mundo que vives y ves a tu alrededor lo creas tú, pues depende de tu propia perspectiva, cámbiala y cambiarás tu realidad.…

Mi plan es ser perfecta

En una de las frases que me llegó en Facebook, de esas plasmadas en una bonita foto, se leía: “Mi plan no es ser perfecta, sino ser feliz”

Me quedé pensando un rato sobre aquello….¿pero qué era ser perfecta ?… en realidad, no era una frase tan simple.

La perfección o imperfección viene determinada por la perspectiva mental de cada uno, y la perspectiva viene condicionada por el nivel de conciencia en el que estemos. Cuando más elevado sea el nivel de conciencia, más perfección veremos en nosotros y en los otros, porque cuando accedes a lo más alto de tu Ser, empiezas a percibir, más allá de las apariencias, el alma de los otros y por supuesto, tu alma.

Nacemos perfectos, llevamos en nuestros genes, y en nuestra alma, todas las
características que necesitamos para recorrer el camino que tenemos que andar
cada uno, y cada camino es diferente.…

Un trocito más de gloria

“Rendirse a la vida “tal como es” puede transformar milagrosamente
las situaciones, entonces, somos capaces de recibir”. Elisabeth Kubler-Ross
¿Por qué será que la vida nos cambia en un instante y nos pone directamente en medio del caos?. Son esos momentos en los que algún pilar de nuestra vida se desmorona y, de pronto, le sigue el resto, hasta quedarnos sentados en las ruinas de la vida que teníamos hasta entonces, y sin saber qué hacer.…

Demasiado pequeño para ti

¿Quien no tiene mediocridad en su vida? Mediocridad es esa escasez que envuelve de ruindad nuestra existencia, a la que nos agarramos porque eso es mejor que no tener nada. Esa mediocridad la tenemos todos, y nos impide la abundancia con la misma eficiencia con que las nubes nos impiden el cielo.

Párate un momento y observa tu vida: Me refiero a tu ropa, ¿es la que te gusta llevar o no te atreves a llevar la que te gusta?.…

La incomodidad de vivir

La incomodidad de vivir

Cuando escucho a la gente hablar de lo que incomoda la vida, intento observarme para evitar hacer lo mismo con mi vida. Por ejemplo, tengo una amiga que se ha quedado embarazada con 47 años, y los amigos comunes comentan algo como: “…qué locura, porque con esa edad es cansadísimo criar a un hijo, y que ya con la vida resuelta otra vez empezar……”. Otro amigo, ha comenzado una relación con una persona que tiene tres niños pequeños a los que educa sola, y él se queja de que “…es muy pesado lo de los niños, porque sería mejor y más cómodo sin esas responsabilidades….”. O cuando la queja viene a consecuencia de ese familiar enfermo que nos roba el tiempo libre……

Presta atención y sorpréndete

En su poema “Instrucciones para Vivir una Vida”, Mary Oliver dice:

“Presta atención.

Sorpréndete.

Cuéntalo”

En la vida, cuando paras de buscar y prestas atención a lo que tienes delante, puedes elegir concentrarte en lo que te “sorprende” o hacer un esfuerzo por vislumbrar el carácter de extraordinario de lo que te ha sido dado.

Pero ¿Qué es sorprenderse?. “Sorprenderse” es dejar de mirar lo que no nos gusta y volver la vista hacia lo inaudito. Nuestro error es que estamos habituados a concentramos en el desencanto, dirigimos nuestras miradas al “no me gusta” y vemos solamente lo malo. Ver sólo lo que no nos gusta, nos lleva a más de lo mismo, y si seguimos viendo sólo lo malo comenzamos a vibrar en una frecuencia muy baja, con el triste resultado de que no percibimos nada más a nuestro alrededor y nos repetimos en días regidos por la crueldad de lo “feo”.…

¿Qué tiene de malo ser el número dos?

Hay un libro precioso de Mitch Albom, que se llama “Martes con mi viejo profesor”, que trata sobre un viejo profesor enfermo, al que todos los martes visita su antiguo discípulo en su casa, donde mantienen conversaciones tan sabias como sencillas y tan esenciales como prácticas. Lo que siempre recuerdo de ese libro, además de la calidez de las lecciones que te enseña, es una anécdota de Morrie, el anciano y sabio profesor, relatada por su discípulo:

“Es el año 1979, durante un partido de baloncesto…el equipo marcha bien y el publico estudiantil empieza a corear: !Somos los números uno!, Somos los números uno!”…. Morrie está sentado allí cerca. La frase le extraña. En un momento dado, entre los gritos …se levanta y grita: ¿Qué tiene de malo ser los número dos?. Los estudiantes lo miran. Dejan de corear. El se sienta, sonriente y con aire triunfal”…

Todo fuera tener paciencia…

Todo fuera tener paciencia…
Dice Iyanla Vanzant que, “…cuando tienes algo por hacer, la vida no te permitirá seguir adelante hasta que lo hagas”.

En mi caso, hace ya tiempo que la vida decidió impedirme seguir, tomándose la costumbre de traerme maestros para enseñarme paciencia y yo, incrédula, los encaraba como quien se enfrenta a una batalla, para mirar al cielo y gritar mi desespero por querer lo soñado y resistirme a la espera.

Pero lo que yo no sabía, es que la vida quería que yo aprendiera, y no que me destruyera en mis embistes, porque no se trataba de lo que ella me daba o su demora en traerlo, sino de cómo gestionaba yo sus dádivas y el tiempo de espera.

Y pasaron los años, y el universo insistía, y yo no aprendía, y la vida me traía reiterada, la paciencia, devolviéndome a la espera como quien enrolla un ovillo, y yo me quedaba esperando y desesperando como si fuera Penélope, acompañada de angustia y sin encontrar lo anhelado.…