Desapego, Deseos y el Bhagavad Gita
Dicen que la única forma de presentarte ante la Vida es en un estado libre de deseos y objetivos.
Pero eso no significa que no tengamos deseos y objetivos, porque es absolutamente necesario tenerlos pues suponen el impulso vital y también nos retan y nos permiten crecer, además, cuando no los tenemos, la Vida se encarga de retarnos…
De lo que se trata es de que seamos lo suficientemente libres y flexibles como para admitir la posibilidad de no alcanzarlos, de perderlos, de que la vida nos tenga algo diferente preparado…
Eso, se llama en las tradiciones del Yoga “desapego”… Pero practicar “desapego” es imposible si no tenemos una práctica intensa de presencia en nuestras vidas…
Preparando mi segunda sesión del Bhagavad Gita para mi Formación de Yoga de mayo, me detengo en el siguiente verso:
“Cuando un hombre abandona todos los deseos que afluyen a su corazón, y por la gracia halla el gozo de Dios, entonces su alma encuentra verdaderamente la paz”
En realidad, el verso hay que interpretarlo al revés, es decir, cuando estamos en nuestro centro, o dicho de otro modo, cuando tenemos una condición de presencia intensa en nuestras vidas, los deseos no nos afectan ; los tenemos y los disfrutamos y nos alegramos si se cumplen; y no nos gusta si no se cumplen, pero nuestra felicidad no depende de que se cumplan o no.
El desapego es el resultado de experimentar nuestra Quietud Interior.
Dejo aquí mi cita preferida de Nick Nolte en la película “El Guerrero Pacífico”:
`No te rindas ante tus sueños, ríndete ante el hecho de que no tienes el control, que las cosas pueden suceder o no y que tú eres excepcional ocurran o no«des